Enseñar y aprender a vivir juntos, aprender a convivir, además de constituir una finalidad esencial de la educación, es uno de los principales retos para los sistemas educativos actuales. Se trata de un aprendizaje valioso en sí mismo e imprescindible para la consolidación de una sociedad democrática, solidaria, cohesionada, crítica y pacífica. 

Este reglamento de convivencia debe servir para concretar y regular aspectos y problemas relativos a la convivencia común entre todos los miembros de nuestra comunidad educativa que se puedan producir dentro del centro o tengan repercusión en el mismo. 

Pretende ser proactivo, no sancionador. Integra los modelos más ventajosos del modelo punitivo - sancionador y los aspectos más educativos del modelo relacional, priorizando las acciones de reflexión, diálogo entre las partes, compromiso, colaboración... El modelo sancionador, se establecerá cuando las conductas contrarias a la convivencia persistan a pesar de una intervención anterior o bien en casos de conductas gravemente perjudiciales para la convivencia en cualquiera de sus manifestaciones. 

En el caso de imponer una sanción establecida en el presente Reglamento de Convivencia, se intentará retomar con posterioridad la vía relacional con la ayuda de la Comisión de Convivencia del Centro. 

Nuestro plan de convivencia establece que la prevención de conflictos debe ser una prioridad. 

El carácter proactivo de esta normativa, nos permite acompañar al alumno/a en el aprendizaje de la convivencia ya que permiten el desarrollo de diferentes competencias: Pensar sobre las conductas, sus causas, consecuencias, alternativas, soluciones..., Regular las emociones que generan los conflictos, controlando respuestas impulsivas y agresivas, fomentando la empatía, desarrollando la paciencia, el respeto, la colaboración, el esfuerzo..., desarrollar habilidades socio - comunicativas positivas como la escucha, la comunicación no violenta, para llegar a acuerdos y compromisos. 

El Reglamento de Convivencia será de obligado cumplimiento para todo el alumnado, familias, personal docente y no docente y todas aquellas personas o entidades que por cualquier motivo y temporalmente, entren a formar parte de la comunidad escolar. 

Corresponde a todos los miembros de la comunidad educativa responsabilizarse y llevar a cabo acciones para garantizar la convivencia en el centro, el correcto ejercicio de los derechos y la estricta observancia de los deberes del alumnado en los términos establecidos en este reglamento de convivencia y en el Plan de Convivencia. 

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